GATOS CHILLONES Y PÁJAROS DE METAL
El otro día me estaba acordando de los dibujos animados que marcaron mi infancia, y por supuesto dentro de ellos se encontraban los Halcones Galácticos y los Thundercats.
Este recuerdo vino a mi memoria porque estaba reflexionando sobre porque ya no consumo y no me atraen tanto como antes los dibujos actuales (sí, ya se que estoy grande para caricaturas pero me sorprendió a mí mismo el hecho de no tolerar lo que veía en los canales para niños). La explicación lógica que encuentro es que los dibujos de antes no eran tan absurdos como los actuales (tipo La Vaca y el Pollito), sino que estaban prolijamente confeccionados tanto sus personajes como su argumento; no tenían como meta principal divertir ni hacer reír (como El Laboratorio de Dexter), sino mas bien cautivar con una trama fantástica y hasta tal vez un poco complicada; y generaban una atracción -o adicción- que muy difícilmente se lograba controlar si se los veía tan sólo una vez, ya que uno no quería dejar de ver el capítulo siguiente.
Los dibujos animados de ahora son repugnantes (no el sentido de desprecio, sino en el de asquerosidad), no tienen coherencia en sus historias y están hechos para un público que opta por el entretenimiento efímero que para aquellos que preferirían pasar las siestas jugando a ser Leono, Pantro o Tigro (como así lo recuerdo).
Lamentablemente no se puede volver el tiempo atrás, pero si la tecnología lo permitiera más adelante, indudablemente escogería regresar a la época en la que mi única preocupación era pasar las tardes viendo estos programas.
Este recuerdo vino a mi memoria porque estaba reflexionando sobre porque ya no consumo y no me atraen tanto como antes los dibujos actuales (sí, ya se que estoy grande para caricaturas pero me sorprendió a mí mismo el hecho de no tolerar lo que veía en los canales para niños). La explicación lógica que encuentro es que los dibujos de antes no eran tan absurdos como los actuales (tipo La Vaca y el Pollito), sino que estaban prolijamente confeccionados tanto sus personajes como su argumento; no tenían como meta principal divertir ni hacer reír (como El Laboratorio de Dexter), sino mas bien cautivar con una trama fantástica y hasta tal vez un poco complicada; y generaban una atracción -o adicción- que muy difícilmente se lograba controlar si se los veía tan sólo una vez, ya que uno no quería dejar de ver el capítulo siguiente.
Los dibujos animados de ahora son repugnantes (no el sentido de desprecio, sino en el de asquerosidad), no tienen coherencia en sus historias y están hechos para un público que opta por el entretenimiento efímero que para aquellos que preferirían pasar las siestas jugando a ser Leono, Pantro o Tigro (como así lo recuerdo).
Lamentablemente no se puede volver el tiempo atrás, pero si la tecnología lo permitiera más adelante, indudablemente escogería regresar a la época en la que mi única preocupación era pasar las tardes viendo estos programas.
15 comentarios
cagon -
el vacon .com -
paola -
simon de la hoz -
Amilcar -
eli -
julian -
Jano -
gamamiro -
Rodrigo -
:D
N@no -
BCloud -
Como no tengo cable no estoy bien al tanto de los actuales dibujos animados, sin embargo, si querés ver algo menos banal, podés ver animé. Está medio mal vendido el animé acá, pero hay series MUY buenas para ver, es cuestión de darles una oportunidad.
Gance -
No hay que olvidarce que son Dibujitos animados Y tanto Leono como pantro son parte de una figura repetida en la historia de los relatos. Bob Esponja por ejemplo, no lo es tanto. No estoy a fabor ni en contra de ninguno de los dos estilos.
N@no -
Hey, yo también soy fanático de los Thundercats... Quisiera poder volver a verlos (hasta hace unos años los daban en Warner Channel los sábados por la mañana).
Un abrazo =)
snarf -