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Conocimientos mínimos

EL DECÁLOGO PARA APROBAR EXÁMENES

EL DECÁLOGO PARA APROBAR EXÁMENES En la revista Muy Interesante de este mes se publicó un artículo que tiene un apartado donde se mencionan las “recetas para aprobar un examen”. En esta época de finales y pruebas estos datos podrían servir de mucha ayuda para los que estudiamos. Además, Anda la Osa! en su afán por brindar un aporte a la cultura (ham) pone a disposición de sus lectores el siguiente artículo:

Diez consejos básicos para aprobar un examen

w Estimule los sentidos. La corteza cerebral está organizada en varias regiones, como son la motora y la sensorial. Hasta hace poco, los científicos creían que cada una de estas áreas ocupaba un espacio acotado -o mapa- para procesar la información proveniente de diferentes partes del cuerpo. Ahora se sabe que tales mapas se modifican con las experiencias personales, así como que las interacciones entre las diferentes áreas se refuerzan a una velocidad sorprendente. Por lo tanto la estimulación de los cinco sentidos favorece a un mayor equilibrio y desarrollo mental.

w No trasnoche. Las investigaciones de György Burzsáki, neurólogo de la State University of New Jersey, en EE.UU., señalan que la memoria se consolida o graba después de irnos a la cama. Cuando soñamos, el hipocampo y la corteza cerebral entablan un necesario diálogo. Situado en el sistema límbico, el hipocampo actúa como una central que retiene los recuerdos a corto plazo. Pero para evitar una sobrecarga, la información es codificada por la corteza cerebral, el baúl de nuestros recuerdos. Esta reestructuración de la red neuronal ocurre precisamente durante el sueño, según Buzsáki.

w Busque distracción. Dos días antes de un examen, cierre los libros (¿en serio?).
El cerebro invierte 48 horas en reelaborar la información y elegir qué parte de ésta quedará retenida en la memoria a largo plazo. Para aprender ¡hay que dormir!

w Sin desvelos. Los fármacos para permanecer despierto toda la noche son desaconsejables, ya que alteran el ciclo regular de sueño-vigilia, lo que puede dañar la recuperación de la información estudiada. Algo parecido puede decirse del café: la cafeína estimula la atención cuando se toma por la mañana, pero no diez durante la noche.

w El bloqueo es normal. La sensación de olvido en la víspera del examen no debe ser motivo de preocupación.
Mientras uno duerme, toda la información memorizada volverá a la mente.

w Hay que descansar. ”La memoria es un proceso de catalogación y recatalogación”, comenta Karen Nader, de la McGill University, en Montreal (Canadá). Si está preparando un examen, lo mejor es estudiar a diario; fraccionar los temas y descansar al menos 6 horas después de estar memorizando.

w Ojo con el repaso. La memoria se puede formar y reformar. El psicólogo Matthew P. Walker, de la Escuela Médica de Harvard Medical, en Harvard (EE.UU.), comprobó que la mera acción de recordar algo aprendido desestabiliza la memoria, si el proceso es perturbado por una interferencia. Debido a esta vulnerabilidad, el recuerdo puede ser guardado de nuevo, modificado e incluso sustituido. El repaso de lo aprendido modifica, al fin y al cabo, los datos memorizados: si se hace de mala manera, el resultado puede ser “muy deficiente”.

w Siempre en positivo. El hecho de afrontar un examen con una actitud positiva estimula la atención y la memoria. No obstante, hay que evitar las emociones fuertes y las desagradables, ya que pueden borrar de la memoria los recuerdos recién adquirios.

w Como Aristóteles. Estudie paseando, ya que el ejercicio cotidiano tiene un efecto protector sobre las neuronas. Lo ha demostrado Stan Colcombe, de la Universidad de Illinosis en Urbana. Éste y su equipo ha pasado por un escáner de IRM las cabezas de personas mayores de 55 años y descubrió que el cerebro de las sedentarias tiene menos masa gris que el de las que confesaron hacer deporte.

w Coma bien y con moderación. La alimentación del estudiante debe ser rica en ácido omega-3, presente en el pescado, y en vitamina E, que abunda en el germen de trigo y los aceites vegetales.

¡CÓMO AYUDA CAMBIAR LA FORMA DE PENSAR!

Alguna vez seguramente, en determinada situación, imaginaron lo que podría haber ocurrido en vez de pensar en lo que realmente sucedió. A mí me pasa muy a menudo (el hecho de proyectar que la situación podría ser peor), y encontré el nombre que los psicólogos le asignaron a esta lógica: razonamiento contrafáctico. Según lo que leí en la revista Selecciones del mes pasado, pensar de esta manera ayuda a disminuir el impacto del infortunio, sentirnos bien con nosotros mismos, mantener altas las expectativas y tener más probabilidades de seguir siendo "afortunado". ¡Qué tal, eh!

F.U.C.K.

El domingo pasado, leyendo la columna de Edgardo Litvinoff en La Voz del Interior, me enteré del significado de la palabra fuck, que más que un vocablo, es una sigla.
Este término es la abreviatura de las palabras Fornication Under the Consent of the Kind (fornicación bajo el consenso del rey), que estaba inscripto en un cartelito oficial que se colgaba en las casas de las parejas de la antigua Inglaterra que tenían “permiso” del rey para hacer el amor. ¿Mirá vos?